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Enmarcado en un encuentro desnaturalizado por las descalificaciones en el último cuarto, Lanús se impuso 87-75 ante San Martín de Corrientes, como local, en la noche del lunes.

A falta de 7:50 minutos se produjo una acción de agresión de Fernando Calvi, quien le asestó un golpe a Lorrenzo Wade, lo que provocó la lógica reacción del extranjero. Esta situación derivó en el ingreso de todos los jugadores del banco de suplentes de la visita, generando la expulsión de ocho jugadores de los correntinos bajo el concepto de reyerta. Toda esta circunstancia nació en el transcurso del partido, donde el ala pivote de San Martín se dedicó a marcar con actitud antideportiva al foráneo del Granate.

Este revuelo provocó que San Martín se quedara con sólo cuatro players para finalizar el cotejo, transfigurando definitivamente el juego que cayó indefectiblemente en manos del Granate por superioridad numérica.

Antes de esa situación poco habitual, Lanús se recuperó de un inicio 0-12, donde sufrió a De Groat (7) y Williams (5) para cerrar adelante el primer cuarto 18-17 con Romano (7) y Wade (4) como usinas.

En el segundo capítulo San Martín perdió la brújula y registró 11 pérdidas, totalmente desdibujado en su línea. Este andar equívoco del visitante le permitió a Lanús adelantarse 29-21, con 3 minutos en el reloj, a pesar de su 6/16 en cancha. El equipo de Sebastián González maquilló su rendimiento con un parcial final 6-0 para irse al descanso 27-31.

En el tercer segmento se experimentó un notable mejoría en las ofensivas de ambos equipos, que pudieron correr la cancha y sobre todo disfrutaron de una conexión más fluida en los triples (3/4 en Lanús y 4/10 en San Martín). De Groat (14) sacó la cara por los visitantes, mientras que Wade (9) castigó en el local para clausurar adelante 57-52.

A partir de este resultado, el conjunto de Vecchio cortó una racha de dos caídas en fila en casa; mientras que San Martín no logró extender sus tres alegrías en serie como visitante.